Algunas experiencias humanas suelen ser dolorosas, porque los humanos la hacen dolorosa.
Se resisten a evitar o a renunciar con todos aquellos apegos que los contaminan. Se resisten a aceptar la responsabilidad que tienen en las consecuencias de sus actos, de esta u otras vidas. Se resisten a aprender de las situaciones que se le presentan, y en lugar de verlas como oportunidades las ven como tragedias.
Aprenden a amar de tal manera que el ego les hace creer que sin ello morirán, y luego, efectivamente se mueren. Lo que es real para la mente, ES REAL.
Les cuesta trascender la ilusión mental que crea el ego, y muchos se obstinan con vivir ahí sin saber que si trascendieran, y redescubrieran la esencia que habita en sus espíritus la vida dejaría de ser dolorosa.
Muchos angeles han tenido que descender y vivir una experiencia humana para transmutar karma de la humanidad. El propio Hijo de Dios ha tenido que hacerlo.
Si hay algo que a partir de allí, todos los angeles y seres de luz que aquí estamos, entendemos a la perfección, es tu dolor cuando sufres.
Tanto quisiéramos desprenderte para siempre de él! Y tan necesario es que pases por el para ablandarte y amar.
Solo el dolor permite trascender el ego. El dolor esta allí diciéndote que eres débil e insignificante y que necesitas de Dios para sobrevivir.
Y hace que comiences a buscarlo por todos los medios hasta que un dia despiertas y lo encuentras, sentado junto a ti, diciendo: Bienvenido de nuevo. La pesadilla terminó.
El mundo en el que habitas ahora, simplemente no es real. Es un sueño en el que estas a raíz de estar profundamente dormido. Puedes enfrentar tu pesadilla reconociendo la debilidad y oscuridad en ti, sirviéndote del dolor para necesitar y encontrar a Dios. O puedes hacer que mientras duermes te maten.
Despertar es reconocer la esencia de tu espiritu. Es abrir los ojos y ver a Papa sentado junto a ti, diciéndote: tranquilo, solo fue un sueño.
Tranquila, solo fue un sueño. Cuando despiertes, nada de esto habrá pasado.
San Zadquiel Arcángel
Profundo, y para estudiar cada palabra junto a Jofiel. Buen sábado
Por Patricia Mendez