El cuerpo y la mente están tan conectados que se inciden mutuamente. Una emoción negativa o positiva la manifestamos con expresiones gestuales o corporales.
Es por eso que les propongo un ejercicio inverso; Hagamos gestos positivos para transmitir a nuestro cerebro esta información y transformalo en emociones positivas.
Sonríe, aunque no sientas ganas. Abraza, aunque no tengas ganas.
Párate derecho cuando estés decaído, camina erguido cuando te sientas inseguro. Levanta el mentón cuando te sientas humillado o avergonzado...
Ahora, haz un circulo con tus dedos indice y pulgar. Haz lo mismo con la otra mano, y entrelaza los círculos.
Piensa en alguien que te caiga muy pero muy bien, o a quien ames, y tira con fuerza las manos para separar los círculos.
¿Difícil no?
Ahora piensa en alguien que te caiga muy pero muy mal... :) Y trata de separar los círculos... ¿Mas fácil?
Algo tan simple con un pensamiento afecta la cantidad de presión que hacen tus músculos... Por eso, no desestimes la fuerza poderosa que posee sobre tu vida, TU MENTE.
¿Quieres olvidar a alguien que amas, que te hirió?
De yapa;
Haz los círculos entrelazados, y piensa en esa persona... Ahora tira intentando separar los círculos... Cuando notes que se pone difícil hacerlo: ponle voluntad y separalos de todos modos.
Repite el ejercicio antes de dormir 3 veces durante siete días y después me contas los resultados.