El Angel de la Navidad

Yo Soy el Ángel de la Navidad.

Hoy quiero aprovechar este espacio y esta oportunidad  para contarles una experiencia personal.
Yo tengo, junto a mis soldados, (que son como activistas en pro de una buena causa), que descender al Mundo del Hombre a recoger lo que han sembrado durante todo el año.
Nosotros descendemos y recolectamos lo que han ofrecido durante el año; sus estados de ánimo, sus proyectos, los que han concretado y los que no, sus temores, sus victorias, sus fracasos. Lo recogemos todo y lo presentamos como ofrenda ante el Padre; pues todo lo que existe le corresponde a El.
Entonces, según lo que han sembrado durante el año, es decir, según como han vivido, es su ofrenda; su regalo a Dios.

Todo lo que hacen, han hecho, y harán le pertenece al Padre y vuelve al Padre. Por eso si sufren, el sufrimiento es su ofrenda. Si aman, el Amor es su ofrenda. Si se enferman, la enfermedad es su ofrenda. Si se enojan, la ira es su ofrenda. Si se apiadan, la compasión es su ofrenda.
Ahora piensen un segundo. Ustedes mismos son Dios; Dios es en ustedes.
Si ustedes estuvieran sentados en un gran trono, esperando las ofrendas de sus hijos ¿les gustará que les regalen conflictos? ¿Sufrimiento? ¿Enfermedad? ¿Egoísmo?

-Hola Padre, este es el regalo de tu hijo. -  Abres la caja y encuentras un año de peleas, de enfermedad, de sufrimiento, de llanto, de dolor, de inconformidad, de descontento, de quejas… - ¡Oh Dios Mío! ¡Que horrible regalo! – Dirán

Aún así, ¿se lo quedarían? ¿Guardarían un regalo tan feo?
De seguro, a pesar del desagrado, lo harían. Cuando sus hijos iban al jardín de infantes, y hacían trabajitos, los colgaban en la heladera a pesar de su imperfección. Del mismo modo Dios recoge sus regalos. Y entiende que son pequeños y que están aprendiendo. Los cuelga en su refrigerador, y espera al año siguiente ver su mejoría.
¡Aun así muchos no mejoran!
Pero Dios los ama, y guarda sus ofrendas, porque le pertenecen.

Bueno, pero esta no es mi experiencia sino la de Dios.

La mía y la de mis activistas es la siguiente:
Cuanto más feo es el regalo, más pesada es la carga para nosotros.
El Amor es liviano. El Perdón es liviano. Más la enfermedad, el pesimismo, el dolor, el sufrimiento, la queja, son oscuridad. Y la oscuridad es densa. Lo denso, es pesado.
Cuánto más se densifica una idea, una emoción negativa, más se materializa en sus vidas.
Sus vidas no son fáciles, es cierto. Pero tampoco es dolor.
El hombre vino a la Tierra a aprender a Amar. ¡No a ser felíz! Y solo es a través del Amor que todo lo demás, les llega por añadidura.
Por añadidura quiere decir que si sienten Amor en su corazón, lo tendrán Todo. Todo es Dios. Dios es Todo; lo que son, lo que hacen, lo que necesitan, lo que poseen. El Amor es el verdadero camino hacia la felicidad.
Mejoren la calidad de sus regalos al Padre.
Se enojan, blasfeman y retan a mis hermanos Ángeles cuando creen que no los estamos ayudando, y castigan a Nuestro Padre ofrendándoles su enojo, su dolor, su enfermedad.
No castiguen al Padre.
Acepten su Voluntad, con Fé y con Amor. Cualquiera sea la vida que lleven, cualquiera sean las circunstancias, es perfecto para ustedes y para el aprendizaje del Amor.

¡Es una escuela la Vida! Sean buenos alumnos.
Cada Navidad es un periodo de examen en el que ustedes presentan sus trabajos del año como ofrenda. (Como es arriba es abajo. Allí coincide con sus evaluaciones, con sus finales, con sus entregas de trabajos). Entonces Dios los observa, los cuelga, y espera al año próximo la mejoría. Mejoren cada año. Hagan nuestra carga liviana con regalos de Luz a Nuestro Padre.

El les dio monedas, talentos, herramientas. Les dio todo lo que necesitan para que hagan un lindo trabajito durante el año. Y puso a sus Ángeles a su disposición para que los ayuden y guíen cual maestros jardineros. Aprovechen el material y aunque no les salga muy lindo como quisieran, entreguen lo bello con Amor.
Amen su vida. Si ustedes no aman su vida, la vida que llevan, cualquiera sea, ¡nadie la amará!
 

Yo Soy el Ángel de la Navidad.
La herida más grande que llevo es la que me producen los hombres cuando dicen cosas como:
- Odio la Navidad. -
- ¡Que pase rápido! -
- ¡Que se extinga este festejo horrible! -
Etcétera, etcétera, etcétera…
 

¡Qué tristes nos ponemos!... Como esos activistas defensores de ballenas, llorando ante un montón de chinos cazándolas. Casi parecida es la imagen.
Lloramos ante esta gente incapaz de Amar a Cristo el día de su Nacimiento.
Cristo es la Sabiduría. El nace el día de sus evaluaciones finales, para que puedan aprobar los exámenes ante el Padre y obtengan buenos resultados.
Muchos de ustedes, realiza balances de sus vidas en Navidad y finales del Año. Asimismo es en nuestro plano. Realizamos un balance con Sabiduría, que es Dios en sus corazones.

No odien la Navidad.
Cuando nosotros estamos presentes, somos el Espíritu Navideño. Generamos todo tipo de reacciones en las personas: algunos se deprimen, lloran, otros no se permiten lloran y se violentan (la ira también es una manifestación de tristeza), otros se ponen nostálgicos, otros alegres. Otros ignoran nuestro Amor e intentan vivir la Navidad como un día más.
Amen la Navidad.
Amen el Nacimiento de cada uno de ustedes, porque esa es la gracia de la Misericordia.
Dios es Misericordioso. Les regala la Vida para que aprendan el Amor, aunque cada año sus ofrendas sean horribles. Así y todo, nacen una y otra vez. ¡Ni siquiera ustedes le darían a un niño del jardín tanto material para que trabaje si ven, como Dios, que solo lo malgastan y se quejan!
Pues Dios si se los da. Les da herramientas y materiales a pesar de su desempeño imperfecto.

Amen su Vida, cualquiera sea.
Amen la Navidad. El Nacimiento de Cristo y el propio nacimiento de ustedes mismos, porque es fruto del Amor incondicional que Dios siente por ustedes.

Amen a este Padre Benevolente que fruto de su Amor, entregó a su primogénito a la muerte más atroz para salvarlos. Y todavía algunos odian el día del festejo del Nacimiento de este Hijo Salvador…
¡Oh Dios Mío!
 

¡Amen con todo su corazón hasta que les duela!
¡Amen!
 

Aunque no lleven la vida que quisieran ¡Es voluntad del Padre! ¡Y es perfecta!
Aprendan el Amor de las circunstancias de la Vida. Saquen siempre, de toda experiencia, el Amor. La Luz. El lado bueno. Es decir; encuentren a Dios en cada situación de sus Vidas y hagan en cada Navidad, un lindo regalo al Padre, que según su Amor y Misericordia, les regala, una y otra vez, la Vida.
Sean agradecidos con El, hasta de lo que les hizo llorar, porque ello los edifica.
Sean amorosos y agradecidos con el Universo que es DIOS.
El los Ama hasta cuando peor se portan.
El día que ustedes peor se portaron, el pensó por Amor, que podía enviar a su Hijo a salvarlos de la oscuridad en la que habían caído, para enseñarles el camino hacia el Amor….
En cambio ustedes, cuando creen que Dios se porta mal ¡se enojan! ¡Lo abandonan! ¡Blasfeman! ¡Le retan!

Oh Dios, perdónalos.
Sean amorosos con Nuestro Padre bondadoso.
Que esta Navidad sea diferente en su corazón.
Los Amo.
 

El Ángel de la Navidad (En compañía de mis hermanos, San Miguel Arcángel y San Uriel Arcángel, y en Nombre de todos mis Ángeles activistas en pro del Espíritu Navideño, en búsqueda de la Buena Voluntad del Hombre)
 

Canalizado el 21 de Diciembre de 2011 por Patricia Méndez , Posadas Misiones Argentina