La habilidad del demonio

Desde el mas inteligente hasta el mas necio conoce absolutamente todas tus debilidades, y aunque no las conociera todas de entrada, le basta observarte un ratito para saber dónde infectarte. 

Ahora bien, el ser humano tiene cierta incapacidad para reconocer su debilidad. Y entiéndase por debilidad aquello que nos quiebra la fe. Aquello que nos hace torcer la balanza hacia el lado del miedo, del dolor, del desánimo. 

El ser humano puede vanagloriarse de todo lo que hace bien, puede entretener a los demás durante horas con el despliegue de sus virtudes, puede sentirse seguro en determinados ámbitos o lugares y olvidar que hay otras zonas,lejos de su zona de confort, que lo desestabilizan. 

Asi es como la mente para defenderse de aquello en lo que se es débil, despliega múltiples mecanismos defensivos. Negación, evasión, proyección; bueno, eso no existe. Bueno, si existe pero miro para otro lado. Bueno, si existe pero la culpa la tiene el/ella. Y cuantos otros hay! 

El demonio en cambio, atiende estos huecos en nuestra alma. Los estudia, los analiza, se sienta a contemplarlos y cuando mas ocupados estamos festejando otro paso hacia la evolución, zas! Te devoró casi por completo, haciendo temblar la estantería que te da seguridad. Y todo esfuerzo pareciera estar a punto de derrumbarse justo ahí cuando ya parecía que alcanzabas tu objetivo. 

Por ello es fundamental, recordar y tomar nota de dos cuestiones en particular. La primera, es que los demonios existen. Y asi como los angeles son sentimientos elevados, o virtudes (el angel del amor, el angel de la paz, el angel de la caridad) los demonios son emociones que perdieron su forma perfecta, hasta transformarse en lo contrario: el demonio del odio, el demonio de la guerra, el demonio de la mezquindad. 

Es sencillo entender esto. Es como si dijéramos que lo contrario a la luz es la oscuridad. Lo contrario al silencio es el ruido. Lo contrario al orden es el desorden. Y cuantas otras comparaciones se te ocurran. Sin embargo, tomemos nota de lo siguiente. La oscuridad por si misma no existe. Existe la falta de luz, y esa carencia la llamamos oscuridad. Por lo tanto, existe la falta de amor, y a ese hueco carente lo llamamos odio, o soledad. Existe la falta de paz, y esa carencia se la llama guerra. 

Asi, los demonios son una falta de Virtud. Son un menos de la virtud a la que representaban antes de alejarse para siempre de la Fuente Divina. Por ello son Virtudes deformes. Y tal es asi que se los representa como monstruos de formas horribles, porque al alejarse de Dios perdieron su forma original.

Si seguimos esta lógica, estamos en condiciones de aseverar que una persona que siente soledad y tristeza esta infectada por los demonios que representan un menos de amor, y un menos de alegría. Terrible, verdad? 
Lo bueno es saber que ellos por si mismos no existen. Solo son una deformación del modelo original. Una deformación del amor y la alegría, en nuestro ejemplo. 

Aun asi, estos deformes monstruos, conocen nuestras miserias mas temibles, porque en la miseria el humano se encuentra con su carencia. Y en esa carencia el demonio habita comiéndose nuestras esperanzas. 

La segunda cuestión importante que hay que recordar es que el demonio ataca cuando estamos distraídos celebrando un paso mas hacia la evolución. Es decir, nos encuentra indefensos cuando creemos que todo lo hicimos y hacemos bien, cuando estamos seguros de haber hecho todo lo que debíamos, de haber trabajado transformando nuestro problema, o resuelto un karma. Allí, el demonio clava sus colmillos en aquel lugar o aspecto en el que experimentamos una carencia y nos vacía, aun mas, alimentándose de nosotros. 

Esta allí como esa voz perturbadora que te dice: No es tan fácil como crees! Aun no lo logras! Date por vencido! No le gustaras nunca! Nadie te acepta. Nadie te quiere. Te quieren por lo que posees. No te invitaron. Enojate, el lo haría contigo. No le hables mas. - 

Cuantas cosas mas te dice? Y en que aspecto? En el amor? En la amistad? En el trabajo? Donde está tu debilidad? 
El la conoce, porque todos los dias se sienta a comer allí. 

Para combatir al demonio y crear defensas naturales, hay que ser humilde y reconocer que no importa en que etapa de tu evolución estés, aun eres débil e insignificante en relación a todo lo que te falta aprender para alcanzar la Sabiduría y Perfección, es decir, para regresar a Dios. Entonces es preferible enfrentarnos con nuestra debilidad, reconocer en que aspecto y por qué soy débil. Fortalecer esa falta con afirmaciones, con terapias, con decretos, con consciencia. Llenar esos vacíos con lo que nos hace falta. 

Si sientes soledad, sal! Rodéate de personas amables al tiempo que te repites YO SOY AMOR, DOY AMOR Y RECIBO AMOR. ESTOY RODEADO DE PERSONAS AMOROSAS. Te sientes con miedo? Clama a Dios! Pide Fe. - Oh Dios mío, Padre, por que me has abandonado - Clamo el propio Hijo de Dios en la cruz. 
Cuando tenemos miedo, cuando no sabemos donde esta la salida, cuando no encontramos la manera o el camino, podemos clamar a Dios antes de que el demonio nos infecte con tristeza, depresión,apatía, falta de esperanza y voluntad. 

Clama a Dios pidiéndole que se manifieste dándote la respuesta, enseñándote la salida. El clamor de un alma que ha sido infectada es posible cuando una chispa de Fe queda encendida, y Dios necesita solo una chispa de Fe para encender una hoguera. 

El demonio no podrá alimentarse de tus carencias haciéndote creer necedades mientras se come tu Luz, si tu la proteges con consciencia, con discernimiento. 
Reconoce en ti la duda, el temor, y clama pidiendo respuestas. Una hoguera se encenderá para iluminar tu oscuridad y hasta el demonio mas temible dejara de comerte las entrañas. 

Y Dios te dará la Fe necesaria para que cuando el desanimo te azote puedas decirle: vete inmundo espíritu, retrocede en Nombre de Jesús. El Señor colmara mi falta. 

Porque no esta muerto quien pelea, y esta escrito que a quienes en su Nombre peleen Dios dará la victoria. 

Ahora, entendamos que la batalla es contra uno mismo, espada con espada, cara a cara con nuestros propios demonios. 

Tenemos el arma para defendernos de los ataques del demonio, la espada que porta San Miguel. La Fe. - La Fe es mi espada - Nadie hay como Dios. Nadie hay mas fuerte que Dios.

Convéncete, y echa a tus demonios de esos huecos carentes de tu alma. Deja entrar allí la Luz de Cristo, y todo será sanado con Amor.

El camino hacia la evolución espiritual esta en corregirse uno mismo para amar cada vez mas y mejor a Dios y a todo lo creado. Y eso no será posible a menos que estes dispuesto a enfrentarte a tus demonios. Por eso este camino te convierte en un verdadero guerreros de Dios. 

Adelante guerrero! Aun te esperan más batallas por ganar. Levanta tu espada y sal a comerte el mundo. No dejes que tu demonio, cualquiera sea, te diga lo contrario. Eres libre de escucharlos y obedecerlos, o de salir a librar tus batallas en pos de la verdadera Vida y Libertad. 

Te es lícito aceptarlos, y entonces el demonio dirá que tu te has acostumbrado a el, que están bien juntos. Y te es lícito combatirlos, con Fe, haciendo que huyan despavoridos, dejando de habitar en tus vacíos para que entonces Dios pueda colmarlos. 

Guerrero, hoy eliges tu propia aventura. 

Por Patricia Méndez