La violación como rito de posesión demoniaca

Todo tiene sentido espiritual, porque en espíritu ha sido primero gestado. Todo. 
Todo lo que en tu vida se hace material, primero ha sido concebido en el espíritu. Es decir, en el plano espiritual, en el plano energético. 

Como tal, las desgracias han sido primero concebidas como una obturación o deformidad del Espíritu, por diferentes causas. La energía que ha de materializarse es densa y deformada, siendo percibida como desastre. 

Aun asi, esto es a causa de su libre albedrío. Ya que ustedes mismos al apartarse de su divinidad, crean monstruosidades. 

Pero es la parte de la metáfora energética lo que nos incumbe hoy. 
Pensar los desastres como símbolo, o ritualizacion, es sencillo si nos remontamos a la historia, o a hechos mas precisos, que no requieren de metáfora sino que se llevan a cabo sin tapujos, como aquellos ritos satánicos actuales en los que sin ningún reparo ofrecen sacrificios, orgías, violaciones. 

En este sentido, la violación es un acto perverso llevado a cabo por un demonio. Violar es transgredir limites establecidos, es forzar algo o a alguien a hacer algo que realmente no desea hacer. Es ir contra la sagrada ley del libre albedrío, en primer lugar. 

En segundo lugar, violar en sentido sexual estricto, es tomar el cuerpo de una persona que no desea ser tomada. Es poseer a una persona en contra de su voluntad. 

Textualmente léase el párrafo anterior, ahora en sentido espiritual.

Poseer un cuerpo es el deseo de todo demonio suelto en el mundo. Lo desean para disfrutar de los placeres que le ofrece la vida mundana: comer, beber, bailar, tener sexo, dormir, pelear, matar, herir, agredir, robar y cuantas otras cosas le causen placer. 

Pero muchos caudillos lo desean tambien para ofrendárselo a Satanás. 

Cuando hablamos de caudillos nos referimos a demonios de baja vibración, que responden al mando de Satán.

Si le obsequian un cuerpo este llega a congraciarlos de diferentes maneras. 

Asi es como los demonios que hoy se arrastran por el mundo logran torcer a una persona comiéndose su fe y fortaleza, incrementando su odio, e influenciandolas a cometer un sacrificio (de herida o muerte) o bien una ofrenda (de vida y pureza). La violación entonces es una ofrenda.

En sentido terrenal, hablamos de como aquellas personas marginales incurren en la delincuencia y en la perversion de todo tipo, alejándose por completo del amor y la unidad, infringiendo todo tipo de ley terrenal. 

Motivados por la voz demoniaca que poco a poco va ganando terreno en su vida, apartándolo de Dios y la Verdad. 

La violación se convierte entonces en un rito en el que el demonio a través de la persona influenciada o muchas veces poseída, toma otro cuerpo por la fuerza y rompe con su pureza o virginidad, entregándosela a Satán como prueba de obediencia y adoración. 

Obediencia porque Satanás manda a seguir el instinto animal y acceder a todos los placeres prohibidos. Y adoración porque quien accede a estos placeres, al apartarse del mandato de Dios, ya esta adorándole. 

Pues, muchos se preguntaran, que pasa con la victima. 

Esta persona ha sido poseída en contra de su voluntad. Léase en sentido terreno y espiritual. Ha sido tomada. Desde entonces, infectada por un demonio que le habita, (a partir de la posesión o perpetuada la violación) comenzará a reproducir la oscuridad.

Esto se observa claramente en ideas depresivas y enfermizas. Pierden vitalidad, optimismo, alegría y ganas de vivir. Poco a poco son conducidas al suicidio. 

Le han arrebatado su pureza y su fuerza creadora. Le han despojado del cuerpo que habitaban, conduciendo al alma hacia el dolor, el tormento y la agonía. 

Un demonio conduce ahora ese cuerpo que poseyó a la fuerza a través de otro vehículo. A través de otra persona. Y lo conduce hacia la muerte. 

Por eso es común que muchas victimas de violación manifiesten querer morir, o bien se suiciden. 

La voz en su interior le dirá que ya no valen nada. Y que su Dios no las protegió. 

Sin embargo, todo lo que Dios permite es para vuestro mayor bien aunque no podáis verlo. Su Voluntad, por ello, es perfecta. 

No es descabellado pensar en la adoración a Satán. Cada vez que acceden a una tentación, caen en ella y eso es adoración. Sin embargo la lucha espiritual se basa en liberarse de ellas. 

Quien cae en la tentación, se enfrentara con las consecuencias una y otra vez hasta que al fin aprenda a tomar una decisión diferente que lo conduzca a otro desenlace, favorable, que le posibilite dar el salto evolutivo y pasar a otra cosa. 

Asimismo las víctimas, aunque parezcan azarosas no lo son. Han sido escogidas de antemano por el demonio, que no solo conocía sus debilidades sino tambien dones y fortalezas. Y la quiere para su amo. La victima es "reconocida" por el maligno, porque primero ha sido "marcada" por el. 

Asi la persona accede a la oscuridad entregando, finalmente su vida, o sucede algo distinto en muchas de ellas: se prostituyen. El demonio usa el cuerpo para disfrutar de todo lo que este a su alcance. 

Y el tercer y mejor desenlace, y esperado por Dios: la persona se aferra al Amor para sanar sus heridas, y llegado el momento merece la liberación total del espíritu que la habita y atormenta. 

Asi es como en muchos casos de posesiones demoniacas, la persona reconoce síntomas que la conducen a la muerte, ideas obsesivas que atentan contra su vida o integridad, tormentos en voces o imágenes que la persiguen o incitan a hacer cosas violentas o que atentan contra si mismo o los demás.

Si no han sido poseídas voluntaria o accidentalmente debido a su participación en algún juego o rito espiritista, han sido al menos una vez en su vida, violados sexualmente. 

Aquí encontramos otra información. Si alguien esta poseído es porque voluntariamente, con o sin consciencia, ha participado de algún juego o rito espiritista. O bien, ha sido poseído por la fuerza una vez reconocido por el demonio. 

El demonio reconoce el potencial de Luz en la victima. Reconoce esa pureza y esa fuerza creadora divina y legítima, atentando asi, no solo contra la persona sino contra Dios.

El demonio elige el alma pura y llena de Luz, cuyo Amor y designio es reconocido en el Plan Superior de Dios, logrando atentar directamente contra este. 

Ahora bien, toda alma que ha sido corrompida a través de el ultraje de su cuerpo físico, y la intrusión de un ser maligno puede servirse de ese potencial de Luz para fortalecerse y salir del calvario al que intentaran arrastrarla. El alma encontrara a Dios en todas sus formas: Amor, Verdad, Sanación, Liberación. Y logrará vencer al demonio. 

O se dejara arrastrar por el, condenándose a vivir en el dolor hasta que la muerte los separe. 

Sin embargo, la victima en este momento, está muy perturbada y no es capaz de ver que tiene el poder para rescatarse a si mismo. 
Y nosotros como liberadores debemos mostrárselo. 

Enseñarle a ver su propia luz interior y encender la Llama del Amor Divino en sus Vidas.

Una vez que la persona ha demostrado sobrevivir al calvario, ha dado prueba de su fe y convicción en Dios, y merece ser librada. Entonces es que la oportunidad se presenta y San Miguel en primera persona expulsa de su cuerpo todo mal. 

Como liberadora, me han tocado ambos casos. Uno donde la persona había participado voluntariamente de un ritual, y luego experimentó sucesivos ataques de angustia que la llevaron a un intento de suicidio. 

Luego de trabajar sobre la debilidad que la llevo a participar de este ritual, entre otras cosas, se ganó el derecho a la libertad, y fue liberada con éxito. 

En otro caso, la persona era acosada constantemente por cuanto hombre se le cruzara. Acosos de todo tipo y de los mas perversos desde la edad de quince años. 

Siendo varios años mayor, se habían sumado a su vida visiones perturbadoras, sensaciones de estar siendo seguida o empujada por alguien cuando no había nadie, y pensamientos obsesivos que atentaban contra su integridad, entre otros. 

Una vez iniciado el proceso de liberación, el libidinoso demonio confiesa (a través de ella), haber llegado hasta allí por un acto incestuoso de violación. 

Aquí ocurre algo común de ver. Al ser familiar directo el atacante, la victima muchas veces acuerda de modo tácito. Es decir, a traves del silencio, de la no denuncia por múltiples razones, esta eligiendo. Y es necesario hablar de esto al respecto antes de continuar con la liberación, de modo que pueda ser exitosa. O no prosperará, porque la persona elige permanecer allí.

Como verán este tema es complejo y quizá difícil de comprender, sobre todo en sentido terrenal donde hay leyes, derechos y garantías que intentan proteger y hacer justicia por las víctimas. 

Comprendemos que habrá que abrir mucho la mente para entender o aceptar algo de todo lo dicho anteriormente. Tener suficientemente entendido y trabajado el concepto de karma y linaje tambien servirá. Entre otras.

Sin embargo, esta revelación es útil para quienes trabajan con víctimas de abuso o violación, ya que son llamados a recordarles que la Luz Divina con la que han nacido aun brilla dentro suyo, y basta una chispa de Amor para encenderla, y salir adelante venciendo al maligno y expulsándolos para siempre de sus cuerpos. No tienen porque terminar donde el maligno quiere que terminen. 
Si entendemos esto, no solo como un ataque a la persona sino tambien a Dios, podemos aliarnos a El para sanarnos y hacer justicia. 

El demonio viola no sólo porque odia al hombre y quiere su cuerpo, sino porque odia a Dios y a su creación por sobre todas las cosas.

El demonio odia a Dios, y por eso destruye su creación, sin embargo cada corazón puro que late, le recuerda que Dios Vive. 

Por Patricia Méndez