Los angeles llegan a nuestra vida de diferentes maneras, en el momento en que estamos preparados para recibirlos.
Cuando descubrimos que solos no podemos mas, es cuando ellos están dispuestos a ayudarnos mas que nunca. Basta con estirar la mano.
Ellos nos sostendran.
En estas atenciones, los angeles nos permiten ver nuestra propia vida desde sus ojos y su sabiduría, señalándonos otra forma de hacer las cosas para lograr el cambio que deseamos.
Nos permiten acceder a su energía liberadora y sanadora, aplicada a todos los aspectos de nuestra vida que hagan falta para avanzar. Y finalmente nos orientan en el proceso de la vida, para que sepamos que es lo que Dios espera de nosotros.
Cuando logramos esa alineación de nuestro propósito personal con el propósito universal o divino, todo empieza a fluir naturalmente, y aunque pudieran surgir obstáculos nos encontramos siempre con la fe y la sabiduría para superarlos.
Animate a recibir esta atención, y experimenta durante una hora la mirada y la comprensión de quien mejor te conoce; tu ángel.